Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.– Hechos 4:20
El testimonio es una de las herramientas más poderosas que Dios nos ha dado para compartir su amor y su poder con el mundo. No se trata solo de contar una historia, sino de evidenciar la realidad de Dios en nuestras vidas. Cuando testificamos, estamos proclamando lo que hemos experimentado de primera mano y, al hacerlo, fortalecemos nuestra fe y animamos a otros a creer.
La Biblia nos enseña que dar testimonio es un mandato y una responsabilidad. En Hechos 1:8, Jesús dijo: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra." Esto significa que nuestro testimonio no solo impacta nuestra vida personal, sino que tiene el potencial de cambiar vidas en cualquier lugar donde lo compartamos.
El ciego sanado (Juan 9:25): Aunque no entendía completamente quién era Jesús, proclamó con valentía: "Una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo." Este testimonio simple pero poderoso impactó a muchos. La mujer samaritana (Juan 4:39-42): Después de encontrarse con Jesús, corrió a contar a su pueblo lo que había experimentado. Su testimonio llevó a muchos a creer en Cristo. El endemoniado gadareno (Marcos 5:18-20): Jesús le pidió que no se quedara con Él, sino que fuera a su casa y contara lo que Dios había hecho por él. Su testimonio preparó el camino para que más personas conocieran a Jesús.
Reconoce lo que Dios ha hecho en tu vida. Cada persona tiene un testimonio, grande o pequeño, que puede servir para animar a otros. No te avergüences de compartirlo. Jesús nos llama a ser la luz del mundo (Mateo 5:14-16). No escondas lo que Dios ha hecho por ti. Usa cada oportunidad para testificar. Puede ser en tu casa, en el trabajo, con amigos o incluso en redes sociales. Vive de manera que tu vida sea un testimonio. No solo se trata de palabras, sino de cómo vivimos.
Señor, gracias por tu amor y por las maravillas que has hecho en mi vida. Ayúdame a ser valiente para compartir mi testimonio sin temor ni vergüenza. Que mi vida refleje tu luz y que muchos puedan conocerte a través de lo que has hecho en mí. Amén.
コメント